Las lavanderas de los reclutas
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Testimonio de Gregorio Bodega (Trillo, Guadalajara, 1934)
Recogido por Beatriz Díaz
LAS LAVANDERAS DE LOS RECLUTAS
(Zaragoza, hacia 1954)
”Lavar la ropa es mucho trabajo. Yo he conocido . Me consta que a los de la academia si les lavaban la ropa, pero nosotros nos la teníamos que lavar. Te mandaba tu madre dinero para que lo pagaras.
Llevábamos el lunes dos pares de calzoncillos, la camisa, los pantalones… a unos barrios de Zaragoza donde lo lavaban a mano en una terraza del río. Y otro día decíamos, “vamos a recoger la ropa”. Y les dábamos a lo mejor diez pesetas. Esas pobres mujeres, ¿cómo vivirían?
Mi madre me mandó camisetas de felpa y mi lavandera me dice que eso no lo lavaba ella… . Digo ¿y por qué? Las camisetas aquellas tardaban mucho en secarse y me dijo que no lo tendía, y que yo decidiría. Me imagino yo que las tiré o las guardé en la taquilla y me las traería a casa sin estrenar.”
Otros lavaderos de Zaragoza
De vuelta del lavadero
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