Una aproximación a la sociabilidad femenina y a la creación de la conciencia de género: los lavaderos en el mundo rural alavés
Beatriz GALLEGO MUÑOZ
Tradicionalmente, la división de roles en función del género ha jugado un papel fundamental en la vida de hombres y mujeres que, por el hecho de serlo, debían desempeñar determinadas tareas y responsabilidades tanto en la familia como en la comunidad. La pertenencia a uno u otro sexo influía en las expectativas vitales y en la forma y lugares en que cada individuo se socializaba tanto con sus semejantes como con el sexo opuesto.
A pesar de que el lavado de la ropa suponía una de las tareas domésticas más duras y de que se realizaba en pésimas condiciones, el hecho de coincidir en las orillas de los ríos con otras mujeres desempeñando la misma tarea convertía a esos lugares en espacios de socialización exclusivamente femeninos, tal y como ha quedado plasmado en relatos de viajeros, poesías, canciones, etc. Con el tiempo, serán los lavaderos los elementos que asuman ese papel: su construcción y sobre todo su generalización a partir de mediados del siglo XIX es un reflejo de las ideas ilustradas, orientadas a la mejora de las condiciones de higiene y salubridad de la ciudadanía. Pero el mero hecho de que dejaran de emplearse las orillas de ríos y arroyos y se habilitaran espacios destinados exclusivamente a algo tan cotidiano como lavar la ropa refleja un cambio de mentalidad: de alguna forma, al admitir la necesidad de mejorar las condiciones en que lavaban la ropa y permitir a las mujeres abandonar el río por un edificio pensado para ellas se estaba dando un marco físico y público a un trabajo exclusivamente femenino y que, salvo en los casos en que era desarrollado por personas asalariadas, que lavaban “para otros”, no trascendía más allá del ámbito doméstico. De hecho, podría decirse que se trata del único edificio, exceptuando otros de carácter religioso, benéfico o correccional, construido para las mujeres, lo cual le confiere una identidad propia.
Lavanderas en el río Urumea (1912) |
Sin embargo, el papel del lavadero en la vida cotidiana no se limitaba a ser un lugar de trabajo y de mera socialización femenina, sino que contribuyó al mantenimiento de los roles de género, incidiendo de diferente manera en hombres y mujeres y reforzando las imágenes creadas sobre el propio sexo y el opuesto. Por otro lado, el hecho de que el lavadero constituyera una construcción diferenciada proporcionaba un marco físico para esas relaciones y hacía más notoria la dicotomía dentro/fuera: en el interior estaban las mujeres, mientras que los hombres no accedían más que en momentos muy puntuales, si le llevaban la ropa a la hermana, la madre o la esposa, ya que la sola idea de que un varón acudiera a lavar resultaba impensable.
Lavanderas del Urumea (1913) |
Lavanderas en el río Urumea, en Loyola. Guipúzcoa (1913) |
En cambio, son los testimonios masculinos los que más inciden en esta faceta del lavadero como lugar de conflicto, algo paradójico puesto que resultaba muy difícil que un hombre fuera testigo de lo que allí pudiera ocurrir.
Los avances que han posibilitado la modernización de la sociedad han repercutido en el progresivo abandono de lugares alrededor de los cuales giraba una parte importante de la socialización del individuo, que ahora tiene lugar por otros cauces. Con la llegada del agua corriente a las casas, las fuentes dejaron de ser un lugar de encuentro mientras que la aparición de las lavadoras automáticas provocó que lavar la ropa se convirtiera en una tarea realizada en la esfera privada del hogar. La pérdida no tanto de su utilidad, puesto que aún existen lavaderos que siguen usándose para lavar determinados objetos o desde donde captar el agua para regar las huertas, sino sobre todo de su dimensión social ha provocado el deterioro de muchos de estos edificios, que en ocasiones han sido derribados para evitar que se convirtieran en focos de suciedad. En los casos en que se han reconstruido, suponen un motivo de orgullo para el vecindario que ve cómo se ha recuperado uno de los elementos claves de la vida cotidiana, en lo que constituye un reconocimiento del trabajo de las mujeres y una dignificación del papel desempeñado en la sociabilidad femenina.
El presente artículo forma parte del trabajo “Lavaderos, un espacio de sociabilidad femenina. Su importancia en el mundo rural alavés”, realizado gracias a la concesión de una Ayuda a la Investigación de Eusko Ikaskuntza en 2010 y basado en gran medida en los testimonios de más de cuarenta personas nacidas entre 1918 y 1960, la mayoría mujeres alavesas.
Visto en: euskonews
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Actualizado en marzo de 2022
'Eusko Ikaskuntza': Lavaderos, un espacio de sociabilidad femenina
Actualizamos con este podcast de una entrevista a Beatriz Gallego Muñoz
Analizamos la importancia de los lavaderos en la socialización de la mujer en el mundo rural alavés gracias a la colaboración de Eusko Ikaskuntza.
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