viernes, 14 de agosto de 2015

Lavadero público de Danlí (II)

Danlí es una ciudad del departamento El Paraíso, en la república de Honduras.

Por: Luis Alonso Gómez O. 

Un monumento histórico sepultado en el olvido y la indiferencia.

*Construidos a iniciativa de la corporación municipal en 1890
*Después de 123 años esta joya histórica clama por ser restaurada

El tiempo, la indiferencia y los antisociales que se refugian en uno de los principales lugares que representan la historia de esta ciudad, han convertido en ruinas los lavanderos y lavaderos públicos, que por su valor histórico las autoridades e instituciones privadas deben ir a su rescate.

Es una verdadera lástima que hasta las mismas personas que acuden a este sitio no ayuden en nada para conservarlo limpio, al grado de convertirlo en una porquería total a pesar de que muchas mujeres e inclusive hombres, llegan con frecuencia a lavar la ropa ajena o la que visten a diario.

Una señora que se encontraba lavando trastos, no ropa, al vernos con la cámara y tratar de entrevistarla se mostró agresiva y dijo que estaban cansadas de promesas y que tomando fotos no se resolvía nada, siempre hacen lo mismo, refunfuñó.

Luego nos enteramos que esta mujer es la que usualmente asea el lugar, pero es como una golondrina, sola y desconocida por su labor infatigable por conservar los lavaderos, que han sido el patrimonio de muchas familias a través de los años.

HISTORIA

Del libro Danlí en el Recuerdo, escrito por el profesor Darío González, transcribimos literalmente lo relacionado con los lavaderos públicos o como los llama la gente: lavanderos.

Cito textualmente: “Acatando lo dispuesto en el artículo 317 del Reglamento de Policía que impone la construcción de lavaderos públicos en todos los municipios de la República de Honduras. La honorable Corporación Municipal de la ciudad de Danlí que presidía don Máximo Zamora, en sesión extraordinaria del 13 de marzo de 1890, acordó lo siguiente:
1) Construir los lavaderos públicos de esta ciudad de Danlí, en el terreno que la municipalidad compró a la señora Antolina González por la cantidad de seis pesos, que se ubica al oriente de esta población cerca de la casa de la señora Isidora Molina.

2) Teniendo esta Corporación la suma de ochocientos treinta pesos en billetes del tesoro, se ordena a la secretaría que se dirija el Señor Gobernador Político de este departamento pidiendo autorización para realizarlos e invertir su valor en la susodicha obra, debiendo de inaugurarse el 15 de septiembre en conmemoración al gran suceso de emancipación política de Centro América. En la sesión del primero de abril se acordó el plano y el gasto de la obra consistente en 709 pesos siete reales que arroja el presupuesto formado por la edificación de la referida obra, la cual será costeada con fondos municipales.

3) Distribuir para la mejor expedición en la práctica de esta obra las comisiones siguientes: El alcalde se entenderá en la contrata y acarreo de maderas. El regidor primero le toca proveer la cal y los albañiles, al regidor segundo le corresponde contratar la aserrada de la madera y la obra de carpintería. El regidor tercero proveerá la teja y el ladrillo, el regidor cuatro los adobes y el regidor quinto la arena y las herramientas.

4) Para la dirección de la mencionada obra, se nombra a don Francisco Gamero Medina, con la módica asignación de un peso diario.
Para ayudar a los gastos de la obra en mención, se destinarán ochocientos treinta pesos que esta municipalidad posee en billetes contra el tesoro nacional correspondiente al fondo de acueducto, autorizando al Señor alcalde para que los cambie por efectivo, al tipo que el comercio lo estime.

En la sesión del 14 de septiembre de 1890 se acordó lo siguiente:

1) Solemnizar el aniversario de nuestra independencia de la mejor manera posible con demostraciones de civismo y de verdadera alegría.
2) Inaugurar mañana con solemnidad los lavaderos públicos terminados ayer por la población.

3) Dedicar al señor General Don Luis Bográn las referidas obras de fontanería y lavaderos públicos que tan eficazmente servirán al vecindario en general. Debiendo grabarse en un lugar conveniente la dedicatoria respectiva, como una débil muestra de aprecio y reconocimiento de este agradecido pueblo con sus benefactores.

4) Que mañana después de leída la memorable acta de independencia, se pase a dar lectura a la presente en los lavaderos públicos, con la cual se tendrá por verificada su inauguración solemne.

5) La secretaria de esta Corporación dará conocimiento de este acuerdo al Supremo gobierno, y a la gobernación departamental. Se levantó la sesión, Esteban Paz, Adriano Montenegro, Bruno Arriaga, Saturnino Medina, Mamilio Valle, Manuel Gamero, Pedro Nufio, José Tomás Idiáquez. Francisco Gamero Medina y Mónico Medina”.

ABANDONO TOTAL

123 años después, los lavaderos públicos que con tanto entusiasmo fueron construidos, inaugurados y puestos al servicio del vecindario, están abandonados y convertidos en una cochinada.
Por más de un siglo por este lugar han desfilado miles de mujeres y hombres lavando ropa ajena y propia, lo que se constituye en una las bonitas tradiciones de nuestros pueblos.

Lamentablemente las autoridades municipales del pasado inmediato, abandonaron los lavaderos y con ello a las mujeres, que al igual que el vetusto lugar envejecieron al paso de los años ante la indiferencia de todos los sectores sociales, a quienes la historia y conservación de sus principales obras no interesa.Maribel Acevedo, no se dedica a lavar ajeno, pero utiliza los viejos lavaderos, lamentó que el abandono y la porquería que se observa en el lugar y culpó a las autoridades por descuidados.

La suciedad es un problema, hay gente que asea y otra que ensucia, aparte de eso es raro que venga el agua y cuando llega es poca, además mucha gente se viene a meter a la pila a bañarse y por la noche utilizan este lugar hasta de motel.

Acevedo opinó que sería bueno que cerraran el predio para protegerlo y poner una cuota para el uso y darle mantenimiento.

Felícita Ramírez (78), desde que tiene uso de razón viene a lavar aquí, pero hoy resiente el abandono en que se encuentran los lavaderos. “Me da pesar que la gente no cuide y mucho más que la municipalidad se haya olvidado”, expresó lacónicamente mientras restregaba la ropa.

Según la información recabada, la última vez que hicieron reparaciones fue en la administración de Villeda Morales, después nadie se ha interesado.

La municipalidad actual y dada el espíritu de trabajo del alcalde Luis Sanabria, es posible que este monumento histórico sea restaurado. También existe una iniciativa del Grupo Solidaridad para hacer posible la restauración de esta obra. El reportaje de hoy es el comienzo de los nuevos lavaderos públicos.

Visto en: angelfire


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