Lavaderos de la fuente del Cristo |
Señora Amalia, Lavandera inagotable.
Viuda desde muy joven, con cinco hijos pequeños. Su vida entera la dedicó a lavar ropa ajena en los lavaderos de la fuente del Cristo a los que conocía como la palma de su mano. No solo se dedicaba a lavar SU ropa, sino que atendía con sumo cuidado al de otras lavanderas que la quedaban al cuidado (encargada) mientras ellas se marchaban a sus queaceres domésticos. Mientras, La señora Amalia se las regaba, se las recogía en sus respectivos barreños y si llegaba la hora vespertina y no habían acudido a recogerla, llenaba su pequeña casa (porque era sumamente pequeña y parecia mentira que allí pudiera criar a su familia) de barreños de unas y de otras.
También eran típicas las frases “Tia Amalia, guárdeme un lavadero en la fuente”, “Póngame la banca”, “Riégueme la ropa”
Una anecdota:
Llevaba Pura para lavar unas sábanas de retorta (lino grueso) imposibles de lavar a mano. La señora Amalia la vió y llevándose las manos a la cabeza dijo que era imposible de lavar de esa forma, que tenía que coger un cepillo para no dejarse alli la yema de los dedos. Anécdotas curiosas de una mujer que sólo vivió para el trabajo y para hacer el bien.
Hubo más lavanderas de este tipo, pero ésta es la más representativa.
Otras lavanderas: Tia Eusebia.
SUGERENCIA DE CARMEN: realizar una lavandera junto a una de las fuentes con su banca, su jabón, su barreño y su montoncito de ropa al estilo de la estatua que está en la puerta de los bomberos para rememorar aquella situación.
Mª Carmen Carreño
Los lavaderos de la Fuente del Cristo están situados en Fuenteguinaldo, municipio
de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León
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