Hasta bien entrado el siglo XX la ropa se lavaba a mano en el lavadero de las casas. En el barrio de Horta un grupo de mujeres creó una pequeña industria de la lavandería. La mayoría se concentraban en la actual calle aiguafreda y se dedicaban a lavar ropa de familias acomodadas de otras partes de la ciudad, muy especialmente de l’Eixample.
La ropa la lavaban, la secaban al sol y después la volvían a bajar al centro de Barcelona en carros y caballos.
Corría el siglo XVIII y las lavanderas hicieron una verdadera revolución industrial femenina. Llegaron a ser 400 mujeres que se repartían la limpieza, plancha y el almidonaje de la ropa.
Llegaron a haber 80 empresas de lavandería. Esta fue la principal actividad económica del pueblo de Horta en el siglo XIX. La actividad se mantuvo hasta los años de la guerra civil y la posterior llegada de la máquina lavadora.
La calle aiguafreda es una pequeña callejuela con un empedrado antiguo, con casitas bajas a un lado, y con los lavaderos al otro.
Todavía se conservan muchos de los lavaderos y también los pozos que los surtían de agua, con sus poleas y cubos. También se puede ver un balcón o pasarela que une el terrado de una de las viviendas con el lavadero correspondiente, para que pudieran pasar de un lado a otro sin tener que pisar la calle.
Visto en: monbarcino
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