viernes, 4 de diciembre de 2020

Lavanderas / Ricardo Gómez Campuzano

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 Lavanderas / Ricardo Gómez Campuzano, 1930
 

TÍTULO
Lavanderas

ARTISTA
Ricardo Gómez Campuzano

NÚMERO DE REGISTRO
AP5901

TÉCNICA
Óleo sobre lienzo

DENOMINACIÓN
Pintura

DIMENSIONES
185,5 x 240,5 cm

Ricardo Gómez Campuzano, 1930
La paleta de Ricardo Gómez Campuzano toma mayor vigor en los paisajes de tierra caliente. Es por esto que su obra Lavanderas de Apulo, como bien la describió el crítico Adel López Gómez, exhibe una verdadera orgía solar en la que priman el color y los efectos de la luz. El artista realizó esta obra en un viaje desde el Tolima hasta Cundinamarca; tras su paso por Saldaña, El Guamo y Girardot, se detuvo en Apulo para pintar a un grupo de jóvenes lavanderas envueltas en una bruma calurosa y densa a orillas del río Apulo (Cundinamarca). El crítico Eduardo Castillo, se refirió a la obra y a su cromatismo así:
“Su cuadro llamado Lavanderas de tierra caliente es una sorprendente fantasía de colores, un poema de enérgico y audaz hipercromatismo. Los tonos se contrastan enérgicamente vibrando en el rojo violento de las vestiduras de las mujeres y en el verdor de las vegetaciones urentes. La luz reverbera allí sobre los seres y las cosas con cegadora violencia. Y todo el cuadro ofrece no sé qué rudo encanto de existencia elemental y primitiva, vivida libre y paganamente en el seno de la naturaleza“.
Cromos, Bogotá, 6 de septiembre de 1930

2 comentarios:

  1. Un bello lienzo. Me pregunto por qué Gómez Campuzano lo tituló "Lavanderas". Las cuatro mujeres en primer plano no están lavando ni parece que lo hayan hecho, pues no hay ropas ni utensilios de lavado junto a ellas. Tres están sentadas relajadamente, y una cuarta, de pie, lleva un cántaro de agua a la cabeza. Tampoco las dos mujeres sentadas de espaldas al fondo parecen estar lavando, por su postura. Sólo un elemento del óleo nos habla del lavado: un canasto de ropa. Quizás el pintor observó a las mujeres (¿aseándose y en cuidados de higiene personal?) a su paso por Apulo, y posterirmente recreó lo que en su masculina memoria quedó grabado: una escena sensual donde el agua y el sol subrayan las formas de los cuerpos femeninos. Veo fantasías, vibraciones y violencia, pero no en el lienzo sino en las mentes del pintor y del crítico. Y dudo que las mujeres retratadas se identificasen con el "rudo encanto", la "existencia elemental" y la "vida pagana".

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