Fotografías tomadas por Beatriz Díaz el 18 de mayo de 2025 en Navalpotro, pedanía perteneciente al municipio de Torremocha del Campo, en la provincia de Guadalajara. Comunidad autónoma de Castilla-La Mancha
Beatriz nos comenta:
En Navalpotro hay dos lavaderos, que han sido reformados por la asociación de Montes y Baldíos de la localidad.
Lavadero de invierno, “el del juego de bolos”.
. Con agua que se percibe como “caliente” en invierno, porque la surgencia o manantial está dentro del propio lavadero.. La placita arriba del lavadero era donde se jugaba a los bolos.. Desde este lavadero, por una reguera llegaba el agua a una segunda pileta en un terreno que era el huerto del cura, que lo cedió. Hoy día en esa superficie hay una mesa y bancos de madera.
Lavadero de verano, “el de la fuente del caño”.
Beatriz nos comenta:
. El agua era percibida como “fresca” en invierno, porque la surgencia está unos metros arriba de la fuente y del lavadero, y en su curso exterior el agua se enfría. Se usaba más en verano.. Tenía fuente y abrevadero, y a ras del suelo había pileta de aclarar y pileta de lavar, en ese orden. La pileta de aclarar se quitó.. Había una pared de piedra seca (reformada con cemento) que sujetaba la ladera. El agua de la fuente se aprovecha para el riego de los huertos cercanos.
Testimonio de Milagros Puente, nacida en Navalpotro y que emigró a Barcelona, nos cuenta:
. Cuando llegaba agosto era coger el tren y venir al pueblo para pasar todo el mes aquí. Igual que en mi familia, en muchas familias. Al lavadero de la Fuente los Caños veníamos las madres y las hijas a buscar el agua y a lavar. Y esto era el punto de reunión. Nos encontrábamos con la de Barcelona, con la de Madrid, con la de Valencia… Cuando a las madres se les caía el jabón en la pileta nos pedían a las niñas que lo cogiéramos. “Venga, coged el jabón, que se ha colado”. A mí me encantaba arremangarme y cogerlo. Yo todavía hago jabón en casa. Traíamos una almohada de lana de oveja, para arrodillarnos en ella. Por los matorrales se extendía la ropa a asolear, para blanquearla. Dejaban un cubo al lado y cuando se secaba nos mandaban “a regar la ropa”.
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